Sin duda, los campos floridos de almendros esbozan una instantánea preciosa, como de cuento de hadas. Muy similares a la época de los cerezos en flor en Japón, los almendros nos brindan un espectáculo cuando cada año alcanzan su clímax. Sin embargo, no es hasta entrado el mes de agosto y finales de septiembre que se lleva a cabo la recolección de las almendras. Las cuales han hecho exactamente el mismo recorrido que sus predecesoras.
Las etapas de la producción de almendras se distribuyen en 4 partes:
A principios de año, concretamente en enero, el periodo de latencia deja al árbol en un estado de reposo invernal. Es a partir de febrero que comienza la fase de floración, momento culmen en el cual podemos disfrutar del paisaje que confecciona esta época en los campos de almendros.
Durante los meses siguientes, desde marzo a junio, los frutos atraviesan su etapa de maduración, donde se termina de desarrollar y adopta el tamaño comercial. Es en esta etapa cuando el fruto se llena de minerales, vitaminas y ácidos grasos de alta calidad para nuestro organismo. Para finalmente dejar que el verano haga su trabajo y seque las vainas, las cuales se terminan abriendo de forma natural. Desde septiembre hasta febrero, los árboles volverán a su estado de latencia para comenzar el ciclo de nuevo. En Sabor a España, respetamos los procesos naturales de nuestra materia prima para ofrecer un producto único, sin adulterar y con los estándares de calidad que nuestros clientes esperan de nosotros.
¿Cómo se recolecta la almendra?
Como hemos apuntado, es sobre todo en la segunda semana de septiembre cuando se procede a la recogida.
La recolección del fruto se realiza de dos formas, por un lado la tradicional y manual, y por otro lado la recolección mecánica.
Para la recolección manual, se desconecta el riego y se procede al vareo, una técnica que consiste en azotar las ramas para que la almendra caiga a una malla colocada en el suelo, es un proceso similar a la recogida manual de la aceituna. Hoy en día se recurre a máquinas especializadas con una enorme pinza que abraza el tronco del árbol y lo sacude repetidas veces creando una vibración que hace caer las almendras.
Desde Sabor a España, hacemos de la tecnología una herramienta que, en armonía con la tradición, nos permite hacer llegar nuestra variedad de productos y dulces a cualquier parte del mundo y suplir las demandas de nuestros clientes, que cada día son mayores y confían más en nosotros.