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LOS DELICIOSOS DULCES DE SAN SEBASTIÁN QUE DEBES PROBAR

San Sebastián, una de las capitales gastronómicas del mundo porque, atención, ¡tiene la mayor densidad de estrellas Michelin per cápita del planeta! Ya sea por su cercanía a tierras francesas, sus tradiciones o su atracción por el cacao, en estas tierras se las ingenian para elaborar unos dulces que con tan sólo echarle un ojo y oler su rico aroma, hacen que nuestro paladar se apiade de su sabor.

Conoce los 5 dulces más famosos de Donostia (San Sebastián)

En el día de hoy, os presentamos los cinco dulces más famosos que, obligatoriamente, debéis probar si hacéis una escapada a San Sebastián. ¡Que no te lo cuenten! Sé el primero de tus amigos en recomendar estos pasteles, seguro que aciertas.

Pantxineta

Este tradicional dulce, se le atribuye a la pastelería casa Oategui, y se trata de un pastel de hojaldre simple, relleno con crema pastelera y cubierto con almendras, pero con un toque de calorcito. Para degustarlo, se puede preparar incluso con diferentes tipos de mermelada como relleno, así que si eres todo un chef en casa, puedes adaptar la receta a tu gusto.

Pastel vasco o Gâteaux Basque

Con este dulce, reafirmamos la teoría de que los vascos conservan sus raíces gastronómicas francesas, y de buena manera. Este en particular, es el rey de la repostería de Donosti. Para su elaboración, se utiliza una masa similar a la quebrada, y se rellena de crema pastelera, aunque puede variar según el gusto del consumidor.

Según la repostería vasca, es uno de los más aclamados por los chefs amateurs, ya que sus ingredientes y su preparación son de los más simples y rápidos de conseguir. 

A continuación, veremos cómo elaborar nuestro propio pastel vasco en casa.

Ingredientes

Para la crema:

  • 1/4 l de leche
  • 2 Yemas de huevo
  • 60 g de azúcar
  • 2 Cucharadas de harina
  • Un tapón de ron

Para la masa:

  • 300 g de harina
  • 2 Huevos
  • 2 Yemas de huevo
  • 200 g de azúcar
  • 200 g de mantequilla
  • Ralladura de limón
  • Un chorrito de ron (opcional)

Elaboración de la masa

  1. Para hacer la masa, mezcla en un bol la mantequilla, el azúcar, la ralladura de limón, un huevo entero y las dos yemas.
  2. A continuación, añadiremos la harina poco a poco y mezclamos bien hasta que la masa quede compacta. Si quieres, puedes añadir un chorrito de ron para potenciar el sabor de la receta. 
  3. Envolvemos la masa en film transparente a modo de rulo y dejamos que repose en el frigorífico durante 1 hora. 

Elaboración de la crema

La crema es algo que depende mucho del gusto del consumidor, así que pueden existir variaciones en cuanto a esta. Nosotros te propondremos la crema clásica, nuestra favorita. 

  1. Para hacer la crema, debemos calentar la leche en un cazo. Mientras tanto, pondremos en un bol las yemas, el azúcar y la harina. 
  2. Seguidamente, debemos verter un poco de leche caliente y remover (tras agregar el ron, si es que finalmente te has decantado por esto). 
  3. Por último, añadiremos el resto de la leche y dejaremos hervir unos 5 minutos sin parar de remover. Para finalizar la crema, la pasaremos a un bol y dejaremos que se enfríe en el frigorífico.

Montaje y horneado

Para poder finalizar la receta, retiraremos la masa del frigorífico y la dividiremos en tres porciones. Extenderemos una de ellas y la cortaremos en forma de círculo con la ayuda del molde que vayamos a utilizar para el horneado. Colocaremos la masa extendida sobre la base del molde una vez que hayamos recubierto el mismo con mantequilla o con papel vegetal.

Ahora pasaremos a trabajar con la segunda porción de masa. Esta vez, la expandiremos y cortaremos dos franjas alargadas cuyo ancho se corresponda con el alto del molde. Estas dos piezas nos servirán para recubrir las paredes del molde haciendo presión sobre la base para que la masa quede unida.

A continuación, rellenaremos nuestro pastel con la crema pastelera que ya se habrá enfriado, dejando espacio suficiente para poder colocar la parte superior que cerrará el pastel.

Para finalizar, utilizaremos la última porción de masa, cortando de nuevo un círculo del tamaño de nuestro molde. Con este círculo, cubriremos el pastel pellizcando la masa superior junto a la masa de los bordes para que el pastel quede bien cerrado.

Batimos el huevo sobrante y con ayuda de una brocha pintaremos la parte superior del pastel. Después de esto, con nuestro horno precalentado a 180º, introducimos nuestra tarta y dejamos cocinar durante 45 minutos aproximadamente con calor arriba y abajo.

Tarta de queso

No podemos dejar pasar una de las tartas donostiarras más triunfadoras del mundo. Seguro que este postre típico de San Sebastián os hará volver a visitarla en un futuro no muy lejano. El secreto de su éxito reside en cinco ingredientes clave: crema, azúcar, huevos, nata, harina y el elemento clave, el queso y sus correctas proporciones. El sabor a queso es tan rico que no necesita acompañamientos de mermeladas, aunque, como se suele decir, para gustos, colores.

Hay que destacar que esta tarta está tostada (un tanto quemada) por fuera, pero conserva su cremosidad por dentro. Acaramelada por fuera gracias a la formación de una capa externa. No nos gustaría que te fueras de la capital sin probar su obra de arte gastronómica.

Brownie de The Loaf

‘The Loaf’, según algunas revistas foodie, es un buen sitio para empezar el día dentro de San Sebastián. Podemos hablar de su catálogo de pasteles, pero en esta ocasión, nos vamos a decantar por sus brownies. Sus dos tipos, el Blondie, elaborado a partir de chocolate blanco y frutos rojos, y su Clásico, compuesto de chocolate negro y nueces. Gracias al empleo de un cacao puro y especial, recoge un dulce típico a nivel global, pero peculiar si nos decantamos por el establecimiento recomendado. ¡Siempre hay hueco para un buen brownie!

Tejas y Cigarrillos de San Sebastián

Son unos dulces típicos en San Sebastián elaborados con mantequilla, por un lado, una pasta seca o de té, con almendras bañadas en yema de huevo y un suave toque cítrico (limón). Este dulce se convierte en el protagonista de la Semana Grande de San Sebastián durante la semana del 15 de agosto. Lo puedes encontrar de postre, en cócteles o como acompañamiento al café al final de una comida en gran parte de los asadores y sidrerías vascas.